En 1846 William Thomas Green Morton llevó a cabo la primera demostración pública del empleo del éter como anestésico administrado por inhalación. Sin duda el invento que revolucionó la cirugía moderna.
En 1847 Diego de Argumosa y Obregón llevó a cabo la primera anestesia con éter en Madrid, para drenar un absceso parotídeo.
John Bonica y Duncan Alexander fueron los primeros clínicos en apreciar la dificultad de tratar el dolor y plantean la posibilidad de hacerlo en “equipo”.
En 1953 nace en nuestro país veterana Sociedad Española de Anestesia (SEDAR), pero no será hasta 1966 cuando se inicia el tratamiento del dolor de la mano del Dr. Madrid Arias, que comienza sus actividades en el seno del Servicio de Anestesiología y Reanimación de la Clínica de la Concepción, Fundación Jiménez Díaz de Madrid.
En 1976 se crea la primera clínica del dolor en el Hospital Vall d’Hebron de Barcelona, compuesta por los Dres. Vidal, Barutell y González-Durán.
En 1982 se crea una Unidad Piloto para el Estudio y Tratamiento del Dolor en el Hospital Doce de Octubre de Madrid y una década más tarde, en junio de 1991, nace en Madrid la Sociedad Española del Dolor (SED).
Hasta aquí, el pasado de la anestesia y el tratamiento del dolor.
Pero el avance y el progreso han llegado en 2020 con el nacimiento de la Sociedad Española Multidisciplinar del Dolor (SEMDOR) en pos de la superespecialización.
La vanguardia radica en la escisión de la escisión y conforma la punta de flecha del nuevo abordaje del dolor.
Esta superespecialización busca la sinergia transversal con otras disciplinas, integrando otros conocimientos en favor del bienestar de los pacientes.
El objetivo de la SEMDOR es reunir todas las especialidades en una única sociedad con una voluntad multidisciplinar, y convertirse en la sociedad científica referente en el tratamiento del dolor a nivel nacional e internacional.
SEMDOR, trabajando por un mundo con menos dolor.